Nightcrawler o Primicia Mortal inicia con algunos planos de la ciudad de Los Angeles mientras los créditos aparecen por la pantalla. Es algo habitual en películas mostrar planos de la ubicación donde comienza o se desarrolla la trama, pero a medida que este filme continua da una sensación de que no estamos siendo presentados frente a una ubicación, sino un personaje más.
La historia se centra en un hombre joven, que sin mucha suerte no logra conseguir un trabajo permanente. Cuando se topa con accidente automovilístico, descubre por primera vez el mundo del periodismo criminalistico, inspirandolo a participar en dicha actividad. A partir de allí consigue una cámara para poder filmar de manera independiente todo los sucesos de relevancia para luego vender su contenido. Una vez que consiga establecer una relación profesional con una estación de noticias, las reglas y la moral de la profesión podrian ser obstáculos que quizás debererian ser removidos del juego.
Jake Gyllenhaal interpreta al protagonista Lou Bloom, consiguiendo un interesante equilibrio (o desequilibrio) en la personalidad del personaje. Por momentos carismático y, en su peculiar manera, encantador, Bloom demuestra un estilo infalible en convencer a aquellos que necesitan escucharlo. Pero ese encanto termina escondiendo el sociopata que entra conflicto con la primera impresión que tenemos de Bloom. Es una mezcla extraña de patético, convincente, y un pequeño grado de perturbador que nos enseña las grandes habilidades de Gyllenhaal, quien se siente atrapado, de buena manera, en uno de sus mejores papeles en su carrera. Recuerda bastante a Robert De Niro en Taxi Driver, la diferencia siendo que De Niro se enfoca mas en el lado oscuro del personaje, mientras que Gyllenhaal trata de mantener una actitud mas calmada, pero que de todas formas perturbador. Sabes que Bloom puede explotar en cualquier momento, pero no es cuando lo hace lo genera tensión sino cuando trata de reprimirse o controlarse. Es difícil deducir si Bloom es el resultado del entorno en el que vive o es algo de nacimiento, pero este es un ser que busca encontrar algo lo deje en constante movimiento, por lo que el alto ritmo de su nueva profesión termina siendo su pasión definitiva.
El filme también cuenta con estupendas actuaciones de parte del resto del elenco, con Rene Russo, quien sublimente interpreta a la directora de la estacion, Riz Ahmed como Rick, el asistente corto de dinero de Bloom, pero aparte de la ya mencionada actuación principal, es el guión escrito del director debutante Dan Gilroy lo que hace que la historia y cada escena se llene de suspenso, con cada linea de díalogo bien calculado, elevando un tema bastante controversial, exponiendo hasta que punto es moralmente aceptable la función de reportar las noticias. Los sucesos, obviamente, se enfocan en la manipulación y distorsión de los hechos, ya desde las primeras escenas de la película hasta el intenso climáx de la mísma. Pero no todo es tensión o momentos impactantes. Hay un grado de cinismo en el tono realista que pretenden mostrar, dandol al espectador unos momentos para relajarse lo suficiente antes de la próxima secuencia de suspenso.
La ciudad, que habia mencionado al comienzo de esta reseña, termina siendo un instrumento sútilmente utilizado para que los sucesos toman lugar, dado que es la ofícina de trabajo. Los hechos ocurren en la autopista, en un vecindario, en un restaurante, en cualquier lugar, y el frenético viaje de un punto a otro enfatiza el frenético ritmo de esta carrera periodística así como el de la película en sí. No es glamoroso. Es peligroso y sin respiro.
Y en el centro de todo ya sabemos que esta Lou Bloom, el cual no es el héroe ni el villano. Se acerca más a la sombra del antihéroe y hacia el final del filme uno podría desear verlo triunfar o fracasar, dependiendo de como vea a este peculiar sujeto a lo largo de la historia.
Sin dudas es un debut impresionante del director y en gran medida asistida por una brillante interpretación en una historia que abarca en el lado perverso de la moralidad contemporánea en los medios de comunicación. Quizás termina atacando demasiado la reputación de la prensa y le da un mal nombre, pero es innegable la seriedad del intenso drama que existe detrás de las cámaras y que a veces hay que observar más alla de lo que enfocan.
Puntuación: 5 de 5.
El filme también cuenta con estupendas actuaciones de parte del resto del elenco, con Rene Russo, quien sublimente interpreta a la directora de la estacion, Riz Ahmed como Rick, el asistente corto de dinero de Bloom, pero aparte de la ya mencionada actuación principal, es el guión escrito del director debutante Dan Gilroy lo que hace que la historia y cada escena se llene de suspenso, con cada linea de díalogo bien calculado, elevando un tema bastante controversial, exponiendo hasta que punto es moralmente aceptable la función de reportar las noticias. Los sucesos, obviamente, se enfocan en la manipulación y distorsión de los hechos, ya desde las primeras escenas de la película hasta el intenso climáx de la mísma. Pero no todo es tensión o momentos impactantes. Hay un grado de cinismo en el tono realista que pretenden mostrar, dandol al espectador unos momentos para relajarse lo suficiente antes de la próxima secuencia de suspenso.
La ciudad, que habia mencionado al comienzo de esta reseña, termina siendo un instrumento sútilmente utilizado para que los sucesos toman lugar, dado que es la ofícina de trabajo. Los hechos ocurren en la autopista, en un vecindario, en un restaurante, en cualquier lugar, y el frenético viaje de un punto a otro enfatiza el frenético ritmo de esta carrera periodística así como el de la película en sí. No es glamoroso. Es peligroso y sin respiro.
Y en el centro de todo ya sabemos que esta Lou Bloom, el cual no es el héroe ni el villano. Se acerca más a la sombra del antihéroe y hacia el final del filme uno podría desear verlo triunfar o fracasar, dependiendo de como vea a este peculiar sujeto a lo largo de la historia.
Sin dudas es un debut impresionante del director y en gran medida asistida por una brillante interpretación en una historia que abarca en el lado perverso de la moralidad contemporánea en los medios de comunicación. Quizás termina atacando demasiado la reputación de la prensa y le da un mal nombre, pero es innegable la seriedad del intenso drama que existe detrás de las cámaras y que a veces hay que observar más alla de lo que enfocan.
Puntuación: 5 de 5.
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