domingo, 26 de marzo de 2017

La Bella y la Bestia (2017)


Puntuación:★★1/2

La nueva propuesta en la línea de remakes de Disney ofrece un viaje a la nostalgía lleno de aquellas entretenidas canciones y personajes carismáticos que dejaron su marca a través de la película original, un hito en la animación que se consagró como la primera de su tipo en ser nominada a Mejor Película en los Premios Óscars alla por los comienzos de los 90s. Esta nueva versión deslumbra la estética visual con exuberancia y momentos de humor y encanto para atraer y deleitar a su audiencia. Ahora, imagino que usted quizás este algo confundido por la corta descripción y como aún así doy dos estrellas y media al filme, lo cual podría parecer una calificación baja. En mi opinión, esta película y en particular su apreciación depende mucho del tipo del espectador.

La historia sigue siendo la misma, de hecho, exactamente la misma. Salvo algunas nuevas adiciones, es casi escena por escena idéntica a la original. Bella, esta vez interpretada por Emma Watson, se ve forzada a vivir en un castillo encantado que alberga a la temible Bestia (Dan Stevens), un príncipe quien fue convertido en la nefasta criatura por una hechicera a causa de su egoísmo. Mientras que ambos tratan de convivir juntos, el engreído Gastón y su ayudante Le Fou buscan la manera de conseguir la mano de Bella en matrimonio, cuyos intentos terminaran en una confrontación con la Bestia.

Si piensan en la película original y la imaginan en live-action y con CGI para muchos de sus fondos y efectos, como los de la Bestia y sus sirvientes, fácilmente pueden descubrir esta nueva versión y como se sentirían con esta entrega. Para muchos, la transición de animación a live-action es suficiente excusa para rememorar inolvidables momentos y entregarse a la magia que se desenvuelve en la pantalla; para otros, una revisión con poco peso o ambición para desligarse de su predecesora, resultando en una producción simple y sin impacto alguno. Es allí donde verán los dos puntos opuestos en cuanto a esta película. ¿Ambas opiniones son validas? Por supuesto. Como ya he mencionado, sin embargo, dependerá de la actitud que uno tenga al ver esta producción.

Para llegar a la marca de dos horas, la película incorpora nuevas canciones y elementos que solo alargan la duración pero no influyen en la historia de manera substancial. El príncipe tiene un pasado trágico por su abusivo padre cuando era un niño. Uno de los personajes nos cuentan que esto arrebato al niño de su inocencia pero la escena es tan corta y rápida que no vemos como influye en la Bestia. Se supone que esto explica la actitud del personaje pero él sigue actuando de la misma manera que lo hace en la animada, lo cual hace que ese pasado sea innecesario o sin propósito alguno. Quizás si la película hubiese explorado ese aspecto estaría diciendo lo opuesto pero desafortunadamente no es así. Lo mismo sucede con Bella en lo que concierne a su madre. Es un elemento que sirve para ir más lento en la historia pero que poco o nada afecta a los personajes en el contexto de la película. Al menos nos deja una tierna escena entre Bella y su padre para compensar el poco peso que tiene.  

La segunda cuestión en cuanto a historia es acerca de los momentos traídos del filme original por el solo hecho de estar allí. La secuencia del baile, los segmentos musicales, etc. Objetivamente, son bien realizados como podrían ser en esta era actual pero hay una sensación de cinismo que no me permite apreciarlos completamente. Lo sé, esto es una queja personal y poco objetiva pero es la sensación que me veo obligado a describir así como los realizadores pareciesen estar obligados a replicar en este remake. Es esta exactamente una de la cosas más complicadas en cuanto a remakes, los cuales cometen el error de hacer referencias a predecesoras, algunas obvias y forzadas o sutiles y bien encajadas con el tono de la producción. Existe el argumento de al ser esta un remake, es obvio y casi necesario que esta versión replique las canciones y momentos de la original. Es un punto que puedo comprender y no atacaré a quien disfrute de la historia de esta La Bella y la Bestia.

Pero si la historia es lo que cuestión, entonces la parte técnica y actuaciones es lo que elogiaré. El diseño de producción es fantástico y el estilo visual presentado en varios segmentos como en la icónica canción "Be Our Guest" dan señales de la magia de Disney, desenvolviendo una atmosfera cálida, tenebrosa, melancólica y por supuesto, nostálgica. Es aquí donde el director Bill Condon se deslumbra. Tan solo observen los detalles en cada uno de los sirvientes del castillo, poseyendo características únicas mientras que sus aspectos físicos son combinados con objetos comunes e inanimados. Era un punto que me preocupaba que se perdiera en la transición a live-action, pero se ven entrañablemente amigables como en sus versiones animadas.

Los dos actores principales dan interpretaciones decentes pero nada impresionantes. Me fascina ver a la Bestia mas por sus efectos que por la actuación de Stevens, lo cual me apena por que se que es capaz de demostrar sus habilidades versátiles por su trabajo en la serie de televisión Legion. Por fortuna el resto del elenco son más interesantes de ver. Luke Evans como Gastón se llena de esa actitud narcisista y encantadora para ser una buena revisión del clásico villano y Josh Gad es lo mas parecido a un cartoon pero de buena manera. Su espíritu y energía irradia la pantalla, atrayendo fácilmente la vista del espectador sin importar que actor tenga a su lado. Kevin Kline como Maurice, el padre de Bella, es diferente a su versión animada pero es un cambio que favorece a la relación padre-hija y Kline es parte fundamental de ello con su amable y protectora naturaleza.

Como podrán notar, mi actitud hacia esta producción va entre la historia y lo demás, dando así a la opinión mixta que se encuentran leyendo. Me hubiera gustado ver más de ambición y riesgos pero sé que eso no es lo que muchos esperaran. Varios quieren ver la magia y romanticismo de la predecesora reinventada pero sin muchos cambios. Varios quieren disfrutar la revisión de las canciones para una nueva generación y algo más cercano a las tres dimensiones, por ello live-action. Es punto de vista diferente que no puedo decir que no comprenda. 

Es innegable que tiene su propio encanto, aún si dicha sensación proviene de la proximidad a una experiencia mejor realizada bajo el mismo nombre. Sus problemas se ven reflejados en las restricciones de la nueva era en la realización de películas y los numerosos intentos de Hollywood de repetir la misma emoción a través de distintos reinventos de clásicas historias. De igual manera, la atención a la escenografía y aspectos musicales demuestra que tan palpable es la pasión que la película posee por momentos.

La Bella y la Bestia no llega a tocar el fondo de algunos de los remakes de Disney pero tampoco alcanza la altura de otros, resultando en una producción que intenta sobresalir jugando a lo seguro. Si quieren disfrutar de la magia de Disney, lo harán y se regocijaran de ello. Hay un gran empeño en recrear la emoción en cada canto, en cada baile, en cada línea de diálogo y estoy seguro que aquellos que vayan con ese ideal saldrán satisfechos. Aquellos que estén buscando una versión ambiciosa que reinventa de manera nueva y fresca el clásico animado quizás salgan algo decepcionados. 

Quizás me encuentre en el lado del segundo pero no me arrepiento de haberla visto. Por momentos reí, estuve intrigado, fascinado por el diseño visual, y más. No es la misma emoción que sentí hace tiempo pero era consciente de que dicha experiencia no la tendría por segunda vez.

Todo dependerá de si están con la sensación de aceptar la misma magia pero de manera un poco diferente.

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