sábado, 19 de marzo de 2016

Night of the Living Dead (1968)


Hay una escena hacia el final, la cual vemos a una niña, que se pasó la mayor parte de la pelcula inconciente o dormida, despertar e integrarse a la historia de una manera atrapante, sorpresiva y perturbadora. Es esto lo que define a Night of the Living Dead, establecer el escenario y aumentar la tensión para luego llevar a cabo el acto final, asi como muchas peliculas de terror suelen hacer.

Luego de ser atacada en un cementerio por una persona que no posee un comportamiento normal, Barbra Blair (Judith O'Dea) se refugia en una casa en una pueblo rural donde se encuentra con otros individuos que buscan salvarse de las extrañas criaturas. A partir de ahí, deberan hallar la manera de sobrevir.

Es indudable discutir su reputación como clásico del cine de terror asi como su innegable influencia en los filmes que le siguieron, pero uno a de preguntarse si en verdad mantiene su calidad casi cincuenta años despues de su estreno. Los zombies, o ghouls como so llamados aquí, son diferentes a lo que vemos en estos días y el taboo del canibalismo fue a lo mejor mas impactante en su época, pero Living Dead se mantiene en lo alto del terror por su atmósfera inquietante, aumentada por el bajo presupuesto implentando una técnica de rodaje conocido en inglés como guerrilla filmmaking, y el uso de blanco y negro para esconder las falencias o mejor dicho la simplicidad del maquillaje en las criaturas.

De hecho, hay algo inquietante en estos seres, que sin ser demasiados dificiles de vencer (al menos en estos tiempos), crean una sensación de ansiedad cuando se agrupan en multitud, obstaculizando a nuestros protagonistas. Quizás el personaje mas memorable sea Ben, el inesperado héroe en una época llena de tensiones raciales en los Estados Unidos, interpretado memorablemente por el afroamericano Duane Jones, demostrando una fortaleza irrompible y la autoridad necesaria para vivir en una sitación como esa. El resto del elenco acompaña de buena manera salvo O'Dea, cuyo personaje pasa por un alto momento de schock que no le permite ser de útilidad en la trama.

El director George A. Romero, como ya mencione, establece la ubicación dentro de una casa rural para luego desencadenar una cadena de eventos desfavorables y devastadores en los personajes en sus intentos de escapar, incrementando la tensión a tal punto que ni las peliculas modernas de terror pueden alcanzar. No es por criticar el cine contemporáneo, pero muchos filmes de terror se enfocan mas en los efectos que en crear situaciones hóstiles tocando seriamente los nervios tanto de los protagonistas como los de la audiencia.

Si bien en su 1968 recibió criticas negativas por su contenido gráfico (la cual espectadores modernos ni se fijaran por el aumento del gore), existe una naturaleza perturbadora y trágica que continua en estos dias y la sentí de manera incomoda mientras la veia, justamente durante el desenlace de la pelicula. La participación fisica de la niña es una y el destino de nuestro protagonista resonan aun décadas despues de su estreno.

Lo que pudo ser una pelicula barata del cine B, trayendo risas no intencionales, terminó siendo como algo parecido al Bing Bang para el género, estableciendo el prototipo y elementos tradicionales de los zombies. Un género, que como sus criaturas, parece que no va a morir.

Puntuación: 4 de 5.

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