viernes, 11 de marzo de 2016

Kingsman: The Secret Service (2015)


Tratando de recordar la mas reciente pelicula que fuera un exíto, y que haya sido una sátira de las historias de los espías, la mente me hace pensar en la serie de Austin Powers. Aunque dicha serie consiguió parodiar la era original de James Bond trayendo unas cuentas versiones similares, habria que esperar hasta que Kingsman: The Secret Service se estrenara para mostrar una faceta diferente a la hora de invertir los elementos tradicionales de los espías. A diferencia de Powers, cuyo humor se enfocaba en los excesos culturales de la era originial y demostraba una naturaleza cartoonish, Kingsman tiene un tono mas serio pero siempre recordando a la audiencia de su naturaleza satirica, implementando el humor británco.

La premisa es bastante simple. Un agente secreto veterano (Colin Firth) recluta y entrena a una potencial agente dentro de una organización secreta. Al mismo tiempo, el villano de turno, Richmmond Valentine (Samuel L. Jackson) amenaza de manera global y tendrá que ser detenido antes de llevar a cabo su plan.

Matthew Vaughn dirige esta adaptación del cómic de Mark Millar y Dave Gibbons, demostrando su habilidad de enfocar la acción atrapante y un poco de humor, como ya lo hizo en otras peliculas. Si bien la coreografía de la acción es estupenda, toma tiempo para que el filme consiga establecerse. La primera hora es un poco lenta y el humor no consigue paliar la situación, lo cual hace pensar a uno si esto es todo lo que la historia tiene que ofrecer. Firth muestra señales de ser apto para encarar las secuencias físicas sin muchos problemas, refiriendome a un momento específico, el cual demuestra la habilidad de Vaughn de filmar acción a una velocidad acelerada que deja al espectador sorprendidos por su naturaleza exagerada. El resto de los personajes estan haciendo lo justo sin resaltar demasiado. Taron Egerton es el protagonista pero no avanza con la historia. Su cambio es bizarramente drástico y a la vez inexistente, aunque es un detalle menor. El villano por momentos pueder tener algo de gracia, pero ni siquiera un actor como Jackson puede hacerlo mas memorable, con un plan tan generico que ni la pelicula trata de encontrale motivos. Aún asi, las peliculas de espías no tratan de centrarse mucho en ese aspecto, o al menos esta no. Mark Strong como Merlin trae alguna que otra frase que puede alivianar el drama.

Como ya mencione, la pelicula no ofrece mucho en su primera hora, pero luego de una espectacular secuencia empieza a mostrar la validez de su existencia. A partir de ahí, la acción empieza a tener un rol mas protagonico y la comedia comienza  a llenarse de confianza. El tercer acto sin duda eleva algo que al inicio parecia algo promedio y aunque sin llegar a ser algo grandioso, hace que valga la pena pasar por los primeros dos actos para disfrutar un climax que hace homenaje a las tradiciones de los espías mientras forja una identidad mas propia y unica.

Con el anuncio de una secuela en proceso, uno puede esperar que esta posible nueva franquicia mejore en los aspectos que falló, asi como el regreso de esos momentos sorpresivos que hubo en esta entrega. Solo puedo decir que estoy intrigado en como continuaran a partir de este punto.

Puntuación: 3,5 de 5.

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