domingo, 13 de marzo de 2016

2001: A Space Odyssey (1968)


En algunas ocasiones ver una pelicula por segunda por vez ofrece una experiencia diferente a la orginal. Incluso una tercera vez puede ser necesaria para capturar la esencia completa. Esto sin dudas es cierto con la normalmente cosiderada obra maestra del célebre Stanley Kubrick, 2001. Es precisamente eso lo que Kubrick y el autor Arthur C. Clarke pretendian hacer. Una experiencia visual y sonora que traspasa los aspectos tradiacionales cuando se cuenta una historia, optando por una caracterización minimalista y una naturaleza abstracta.

2001 no es para todos. Incluso aquellos que se esmeran en elogiar sus aspectos técnicos encuentran dificil de seguir una historia estructurada de esa manera, sin mucho dialogo. Muchos aseguran no poder conectarse con el drama por la atmósfera ambigua y el ritmo lento de la misma. Honestamente, no es una pelicula fácil de ver por primera vez. 

Kubrick se enfocaba en crear escenas que hacian que el espectador se quedase emocionalmente confuso, sin muchas oportunidades para ofrecer respuestas. Aquí, lo lleva de tal manera que cada secuencia es de libre interpretación. Cuando vi esta pelicula por segunda y tercera vez deje de demandar respuestas. En cambio, yo ofrecia las soluciones a las preguntas que yo mismo generaba. El cine es subjetivo, por lo cual mis interpretaciones no deben ser tomadas como acertadas. Pero dice mucho sobre como este filme se presenta como una prueba psicológica para cada persona.

La historia, aunque vaga y sin ser explorada (para mas detalles uno podria tener como referencia la novela de Clarke), toma mas presencia dentro de la misión a Jupiter. La maravillas técnicas se ven sublime y el uso de música clásica, en especial el uso de Also sprach Zarathustra, invocan una intención específica de parte del director, acorde al tono fundamental de existencialismo y evolución dentro de esta obra. Asi mismo, conocemos a un par de astronautas y a la computadora Hal 9000. La confrontación con Hal hace que aumente la tensión dentro de la nave. Hay un momento donde Hal busca detener a uno de los astronautas lo cual puede ser considerado como desesperación o manipulación, dejando como legado a uno de los seres mas intimidantes que hayan surgido en la pantalla grande. Un hecho particularmente notable cuando lo único que podemos hacer para notar la presencia de Hal es escuchar su voz.

Pero el resto del filme no estan claro. La primera parte, el Amanecer del Hombre esta vagamente conectada a la historia que le sigue pero de igual manera contribuye a la interpretación del espectador.  La secuencia psicodélica a tráves del espacio es una proeza que todavia resona en nuestros dias, manteniendo su belleza y misterio. No hay duda alguna que los ultimos momentos son los mas frustrantes porque no se proponen a aclarar las dudas. Sin embargo, eso no es la función que deben tener, al menos no esta historia. Es todo visual, emociones y experiencias, sin enfocarse en una secuencia concreta .

A lo largo de los años luego de su estreno en 1968, 2001 es considerada como la obra definitiva de ciencia ficción, gracias a su legado técnico y humanistico. Es prácticamente un cliché elogiar peliculas como esta dado que todo el mundo lo ha hecho y seguiran haciendolo en el futuro, pero es difícil no reconocer la magnitud y grandiosidad de este filme. No es fácil, y probablemente requiera darle mas de una oportunidad.

Puntuación: 5 de 5.

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