martes, 5 de julio de 2016

Ed Wood (1994)


Puntuación: 4,5/5.

El nombre de Edward Davis Wood, Jr. o simplemente Ed Wood es bastante conocido para los aficiandos del cine, quizás de la manera mas irónica o peculiar en la que uno puede forjar su legado en la industria. En 1980, dos años después de haber fallecido, Ed Wood fue conmemorado como "El Peor Director de Cine de Todos los Tiempos", lo cual, curiosamente, renovó el interés por sus películas, destacandose obras como Glen o Glenda (1953) y Plan 9 del Espacio Exterior. Ambas son celebradas como clásicos ejemplos del tan malo que tiene que ser bueno

En Ed Wood, la historia se enfoca en la producción de ambas películas y a su vez en la amistad de Wood (Johnny Depp) con su antiguo ídolo y olvidado actor, Bela Lugosi (Martin Landau). Su relación con su frecuente actriz y novia (Sarah Jessica Parker), así como su manía en vestir ropas femeninas tambien son explorados, pero en menor medida para dar espacios a las distintas situaciones y maneras en la que tiene que ingeniarse para conseguir el dinero para terminar sus películas a tiempo.

En esta ocasión,  Tim Burton opta por un filme basado en personajes en contraste con sus filmes que tienen como enfoque su extravagante estilo visual para celebrar la pasión de Ed Wood por sus películas en vez de criticar o acentuar su ineptitud. Burton, de manera inteligente y acertada, decide tomar inspiración del arte visual de los 50s y del cine B, con muchos de los angúlos, la iluminación, planos y transiciones que recuerdan a los filmes de aquella época. El espíritu y la esencia del filme se mantienen bastante optimistas a pesar de los momentos dramáticos, dando un ligero tono absurdo, lo cual es apropiado dada la historia que esta siendo contada.

Probablemente sea justo decir que esta es la mejor colaboración entre Depp y Burton, con el primero dando vida al director de culto. A pesar de su ineficacía y gastar tanto el dinero como el tiempo de muchas personas, es imposible no admirar a Ed Wood en este filme. Su pasión por lo que hace es inspiradora y contagiosa, sintiendose herido cuando su visión o deseo de contar historias se ven en juego. En una industria donde la crítica negativa siempre prevalecerá y perseguirá a los realizadores, es interesante ver como un individuo no se rinde aún cuando es ridiculizado por todos en Los Ángeles. Wood siempre se ve cautivado y enamorado por cada escena que filma, tanto así que no ve razón alguna para hacer otra toma aún cuando algo claramente sale mal. Dicha pasión por las historias que cuenta pudo haber sido interpretado como alguien obsesionado con su propio ego, pero la manera en que se nos muestra indica la ingenuidad de Ed Wood. Cree que puede lograr lo que Orson Welles logró con Ciudadano Kane, no por sentir que él es próximo visionario de la industria, sino por el afán de transmitir algo personal así como su amor por su obra. Es díficil no sentir algo de lástima por alguien que simplemente quiere hacer lo que tanto le gusta.

Dentro de todas las escenas, películas, sets y demás cosas relacionas al cine, la relación entre Lugosi y Wood se establece como una peculiar amistad. Lugosi vive ya en la sombra de su mítico personaje Drácula cuando conoce al joven director, quién intenta reanimarlo ofreciendole papeles en sus desastrosas producciones. Pintoresca como lo es la dupla de una estrella en el olvido y un terrible director, la amistad entre ambos es genuina.  Lugosi reconoce la ayuda y el fanatismo de Ed Wood así como cree en sus proyectos. Siendo Ed Wood una película, resulta díficil saber cuanta veracidad existe en el guíon de Scott Alexander y Larry Karaszewski o que elementos fueron creados para la ficción.  De igual manera, la historia sabe cuando enfocarse en lo dramático y cuando en lo absurdo. En el momento en que finalmente Orson Welles es mostrado en pantalla por unos minutos, interpretado por Vincent D'Onofrio, su función es corta pero esencial para Ed Wood, dejando en evidencia por que vale la pena luchar por el control creativo y no dejarse dominar por las presiones de los estudios.

Ed Wood no solo celebra de manera romantizada la odisea del director en hacer sus películas, sino también el porque muchos buscan ser parte de este medio artístico. El dinero no debe ser el objetivo, sino la libertad artística y creativa de crear algo único y personal. Puede que la visión de Ed Wood no haya sido la correcta u objetivamente bien hecha, pero nadie puede quitarle las experiencias de realizar sus sueños y la sensación de orgullo al ver todo su esfuerzo en la pantalla.

Gracias a las tecnologías existentes como You Tube, muchas personas se encuentran trabajando en sus contenidos en distintas formas (parodias, animación, sketchs etc.), haciendo lo que les gustan. Ed Wood es una película que quizás todo aquel que quiera realizar algo relacionado a entretenimiento deba ver. El espíritu y las ganas de llevar adelante un proyecto personal puede que sea algo con lo que uno pueda conectarse sin importar mucho los recursos o la calidad misma de un proyecto, sino de cuanta pasión se le es dedicado.

Simplemente, una carta de amor al cine y al arte de contar historias.

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