martes, 13 de diciembre de 2016

The Room (2003)


Puntuación: 1/5.

Puntuación Especial (por única vez): 5/5.

Existen en verdad muy pocas películas que encapsulan de manera acertada la cuestionable calidad de "ser tan malas que se vuelven buenas." Un minuto. No, no me convence. Reemplacemos "buenas" con "entretenidas" y tienen la descripción perfecta del clásico de culto, The Room.

Siempre el objetivo de burlas, pero nunca del olvido, la nefasta obra del misterioso y excéntrico Tommy Wiseau es una oda a la incompetencia. Estrenada de manera independiente en 2003, la producción es infame por, como decirlo, todo. Una historia llena de subtramas que aparecen y desaparecen peor que cualquier salario, el terrible audio en muchas escenas, cuestionables decisiones creativas y lo que puede ser la peor actuación en la historia del cine. Créanme cuando digo que deseo estar exagerando. Poco sorprende la gran reputación y popularidad de esta película.

La historia, o al menos una de las tantas que se cuentan, se centra en Johnny, interpretado por Wiseau, quien se encuentra en un triangulo amoroso que incluye a su prometida Lisa (Juliette Danielle) y su mejor amigo Mark (Greg Sestero). Suena bastante básico, entonces sumemos una madre recibiendo la noticia de que padece de cáncer mamario, un joven vecino que tiene una disputa con un vendedor de drogas, infidelidad, amigos jugando al futbol con trajes formales en un callejón, peleas, suicidio, etc. Todo esto en lo que claramente se ve como un fallido intento de drama y conflicto.

Muy bien, ya vimos en el pasado incontables películas que fallaron en conectar con la audiencia, entonces, ¿qué la hace especial en comparación con otras películas? Hay varios motivos. La ejecución del guión y el guión mismo estan argumentados sin mucha estructura, lo cual permite que innumerables tramas comiencen pero sin llegar a ninguna parte, o mejor dicho, sin ser resueltos. A parte de la premisa amorosa, ninguna otra historia afecta de manera substancial el desarrollo de la película. Por ejemplo, luego de vestirse de manera formal como para ir a un casamiento, la cámara corta a la escena en que Johnny y sus amigos juegan con el balón y luego pasa a una escena completamente diferente, sin mención del juego o de la aparente ceremonia. El problema del cáncer es mencionado una vez de manera casual pero no vuelve a ser retomado en la historia. Una pareja que no habia sido introducida anteriormente interrumpe la trama para tener relaciones en la casa de los protagonistas. No sabemos los detalles sobre el asunto de las drogas. Todo comienza y termina abruptamente en lo parece ser mas relleno que desarrollo de la trama principal.

 Como ya fue mencionado, a demás de ser el director, escritor y productor de la cinta, Wiseau también interpreta al protagonista en una de las terribles actuaciones más hiptnóticas que uno puede presenciar. Su acento, único e irreconocible. Ninguna línea de dialogo te convencera de la magia del cine y la monotonía de sus expresiones acaba con cualquier intento de generar emoción. Es difícil pensar en otra actuación que sea tan consistente en su ineptitud o tan hilarante al mismo tiempo. Y eso sin contar la pesima sincronización de audio en sus conversaciones. Es algo para deleitarse.

Luego de volverse un favorito de culto, Wiseau menciona que desde un principio la película era una comedia negra pero sabemos que no es así. Es un intento de escribir lo que el artista suponia que era un romance del género épico. Al notar que la ejecución hacia que la seriedad se volviese humorística, la audiencia se deja atrapar por la incoherente magia que se desenlaza en las pantallas. Escenas donde Johnny se supone que este frustrado o furioso, ya sea elevando levemente su voz o tirando cualquier objeto en su habitación, todo ello con el mismo extraño acento y forma de hablar, son evidencias de como una historia que propone una trama intrigante o seria puede resultar en risas de manera no intencional.

 ¿Hay aspectos que debo rescatar de este melodrama que parece ser más una mala novela de televisión que una película? A parte del humor no intencional, y en especial considerando que la obra proviene de alguien con poca o ninguna experiencia, algunos de los planos son bastante decentes y unos pocos personajes son ligeramente más convincentes que el actor principal. Tanto Sestero como Danielle tienen problemas con las líneas que deben leer pero por la mayor parte del tiempo logran sonar algo natural, aún si sus actuaciones dan para reir, especialmente la increible ingenuidad de Mark cada vez que visita a Lisa.

Es una extraña combinación de humor e incomodidad, presentada en las extendidas escenas de amor (y les advierto que hay mas de una por si quieran ver en compañia de otros). Denny, el joven vecino que tiene su escena con el vendedor de drogas, asusta mas con su afecto hacia Lisa en vez de ser encatador. Hay muchos momentos así que predominan en la cinta.

Con todo lo que he dicho, es admirable que tanto Sestero como Wiseau hayan aceptado esta película y la vean de una manera orgullosa, agradeciendo el estatus de culto y la popularidad. Wiseau se encargo de financiar la película y trabajo arduamente luego de que fuese rechazado como una obra teatral y un libro. Quizás esto sea lo más cercano a un Ed Wood Jr. de la era moderna.  Un director apasionado pero incompetente que solo quiere hacer proyectos a su modo y sin importar la opinión crítica de otros. Es algo extrañamente inspirador si buscan algo positivo en esta fallida producción.

¿Es la peor película que hay existido como su reputación lo precede? Um, no. Ciertamente existen peores propuestas que no solo no ofrecen nada de entretenimiento pero que también roban de manera descarada la esencia e inteligencia  de sus espectadores. Confíen en mí, no querrán saber de que películas estoy hablando.

No les recomiendo ver The Room. Les imploro. Sé que esta reseña pierde profesionalismo (lo poco que he de tener) y que es el lector el que debe tomar la decisión de confiar o no en el escritor, pero si por alguna razón no has visto o escuchado de esta película, por favor véala. Junta a unos amigos, prepara algo para comer o tomar y disfruten de la ineficacia y humor presente en esta obra. Es el ejemplo mas popular de ser tan malo que entretiene y lo es con buena razón.

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